martes, 25 de enero de 2011

EL PRINCIPIO ANTROPICO



En ciertas ocasiones donde la curiosidad se torna absolutamente insoportable y los “por qués”, inundan mi pensar, es inevitable preguntarse ¿cómo se formó la tierra? o ¿cómo se formaron las estrellas? , como se crearon tantos elementos indispensables para que la vida pueda desarrollarse extraordinariamente en nuestro planeta, y haciendo más interesante la pregunta ¿cómo se formó la vida inteligente? , la vida capaz de pensar, razonar, interpretar, amar, de escribir código para computadoras o simplemente la vida capaz de tomarse un Pisco Sour en el centro de Lima o disfrutar de un exquisito cebiche en “Mi Barrunto”.

Es de común acuerdo entre los más connotados científicos que somos una especie realmente afortunada, por decir lo menos. Si tuviéramos que abordar una nave espacial que viaje a la velocidad de la luz y partiéramos desde el cinturón Kuiper –un espacio que rodea nuestro sistema planetario solar-nos demoraríamos cerca de dos horas en llegar al sol. Imaginemos además que cada planeta es una estación, estos serían paraderos muy desagradables y poco hospitalarios.Las causas de esta condición fluctúan entre ser planetas extremadamente fríos (Neptuno y Saturno) a planetas extremadamente calientes (Mercurio y Venus), o planetas muy grandes (Júpiter) a muy pequeños como Plutón-aunque este ya no lo consideran un planeta-. No hay oxígeno, no existe una atmósfera con la capa de Ozono, además la edad del universo, unos trece mil setecientos millones de años -días mas , días menos- ,es la justa y necesaria para no tener un universo muy caliente como los instantes siguientes al Big Bang, ni muy frío como será en el epílogo del mismo. Si la velocidad de expansión del Universo en los primeros 10 microsegundos de vida del mismo, no hubiera tenido la precisión del orden de los 14 números detrás del punto decimal, tampoco contemplaríamos nuestro planeta. Así pues, si la velocidad hubiera sido menor, la fuerza de gravedad habría impedido que se expandan la materia y por ende todo se hubiera concentrado en un solo punto, y si hubiera sido mayor, no existirían concentraciones de materia como las galaxias, nebulosas, materia oscura, planetas, satélites, etc.

A estas propiedades de carácter astronómico debemos agregar las propiedades de carácter atómico o subatómico o mejor expresado, de carácter cuántico. Si la masa del electrón fuera superior en sólo dos por ciento a la actual, este decaería en el núcleo, y definitivamente la materia sería distinta a la que conocemos, o simplemente no existiría. Si la fuerza que une a los elementos sub atómicos, neutrones y protones –la fuerza electronuclear fuerte- seria menos intensa , provocaría que los átomos sean inestables y no puedan agruparse en moléculas, y en consecuencia que no se forme la materia.

A este conjunto de atributos propios de nuestro universo –quizás existan otros- , que aparentemente están finamente diseñadas para que nosotros, los humanos podamos existir y poder preguntarnos ¿de dónde vinimos? se denominan el PRINCIPIO ANTROPICO. El brillante científico inglés -físico teórico- Stephen Hawking, infería lo siguiente: “El universo es como es, porque si fuera diferente no estuviéramos aquí.”

Podríamos continuar con una seria de expresiones resumidas en "lo que podría haber sido y no fue" cósmico o cuántico. El físico y astrónomo creyente Hugh Ross por ejemplo, enumera más de una veintena de parámetros que requieren un "ajuste fino" de su valor con la finalidad de que nuestro universo sea lo suficientemente "hospitalario" con la vida y para los humanos.


jueves, 6 de enero de 2011

AMOR ETERNO, AMOR DE MADRE, OXITOCINA Y PROLACTINA.



Muchas veces he escuchado el comentario de que el amor de madre es único, un amor desinteresado, sublime, candoroso, que perdona, que justifica y que se intensifica aún mas cuando el hijo(a) se encuentra en algunas situaciones de peligro o dificultad.

Pero, ¿Por qué nosotros lo hombres, los que tenemos descendencia, no tenemos la misma intensidad del amor que profesan las madres para con sus hijos? , ¿Por qué nuestra preocupación es menos intensa que la de una madre, cuando están enfermos?, ¿ Por qué cada vez que se tropiezan , uno replica :”ya, Levántate!!!” , mientras que una madre , se acerca al crío , lo abraza, lo besa , lo limpia y le dice : Ten más cuidado. En fín, podemos enumerar infinitas situaciones donde se resalta el comportamiento singular de una madre para con sus hijos. Conducta que muchas veces ha sido vilipendiada y/o no reconocida por los propios hijos y mucho menos de la sociedad actual.

El amor maternal, así como las distintas manifestaciones de los sentimientos y conductas humanas, son el resultado de una compleja combinación de hormonas y neurotransmisores enhebrados con algunos factores externos, ya sean estos culturales y/o sociales. De acuerdo a recientes estudios científicos, El amor maternal se genera gracias a la producción de dos hormonas la Oxitocina y Prolactina.

La Oxitocina es una hormona relacionada con el amor y las emociones positivas. El Centro de Estudios NeuroEconomicos, en California (E.E.U.U), realizó una prueba a varios voluntarios rociándoles Oxitocina. Lo que se descubrió es que ellos estaban más dispuestos a confiar su dinero a un extraño. La Oxitocina se relaciona con el apego, lo que hace que la relación perdure. La Prolactina es la encargada de producir la leche materna, para garantizar la salud y bienestar del neonato.

Pero ¿en qué momento producimos más Oxitocina?, es algo interesante, pues producimos más, en el orgasmo, en las interacciones sociales placenteras, durante el parto y la lactancia. Nuestro diseño es espectacular, y la relación madre e hijo está estructurada especialmente que se hace más fuerte cuando el bebé inicia el proceso de succión de la leche materna ( que genera Prolactina y esta a su vez la leche materna). Los Científicos pueden reconocer un periodo sensible pocos minutos después del parto, en el que el recién nacido, está extremadamente receptivo al tacto y olfato, que colocado sobre el cuerpo de su madre, éste, puede llegar solo al pezón y empezar a succionar de manera intuitiva. En cuanto a la madre el neonato es un agente que produce sonidos, caricias y olores que activan toda la neuroquímica del Amor proveniente de su cerebro.

Según esto, simplemente se necesita que el recién nacido succione los pezones para que la madre produzca Oxitocina y Prolactina, dos hormonas que benefician a ambos y los vinculan estrechamente para toda la vida. Es una relación especial que no se compara con otras relaciones humanas, además se ha comprobado que el desarrollo del cerebro humano depende de interacciones externas, en particular la relación de afecto con los seres más cercanos. Estos factores de carácter afectivo forman o moldean las misteriosas e intricadas redes neuronales.

Ahora comprendo, lo que comentaba mi querida esposa al tener a nuestros hijos bajo su regazo, alimentándolos: “Es una sensación extraordinaria, indescriptible sólo quiero verlos alegres, sanos y fuertes”, manifestaba. Sin saberlo, sus expresiones obedecían indefectiblemente a todo el proceso que magistralmente ha sido diseñado para lograr una relación sana y garantizar desde los primeros instantes de vida del ser humano, la capacidad de ser feliz y generar núcleos familiares fuertes , que coadyuvarán a fomentar sociedades más sensibles y obviamente más humanas.


Articulos relacionados.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Amor/madre/solo/quimica/elpepisoc/20080713elpepisoc_1/Tes

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lunes, 3 de enero de 2011

EL PROCESO TRIPLE ALFA. UNO DE LOS ACTORES DE LA VIDA



Son varios los misterios que aún están por resolver, por ejemplo, como se formó el universo, como se formaron los cuerpos estelares, como se formó la tierra y sin duda alguna como se formó la vida, al menos la vida que conocemos, la vida en nuestro planeta. Sin profundizar en las distintas teorías científicas, o en la teoría creacionista, sobre la formación de la vida, es necesario precisar que la materia es considerada vida, cuando posee ciertas características apreciables, por ejemplo nacer, crecer, reproducirse y morir. Pero también existen ciertas condiciones que convierten a la materia, en materia viva, en materia orgánica, una de estas condiciones fundamentales es la presencia del Carbono, en las estructuras moleculares que la conforman.

A partir de esta conclusión, resulta inevitable plantearnos los siguientes cuestionamientos: ¿Qué es el Carbono? , ¿Cómo, dónde y cuándo se formó el Carbono? . Trataremos de explicar estas interrogantes y la importancia que tiene el Carbono en toda la química orgánica.

No hay duda, que el Carbono es un elemento Notable, se puede encontrar en distintas formas, por ejemplo lo podemos encontrar en una de las sustancias más suaves o blandas, como es el Grafito (constituyente de las puntas de los lápices de madera), así como de una de las sustancias más duras, como son los Diamantes. El Carbono tiene número atómico 6, y está presente en todos los seres vivos conocidos. A las distintas formas de ver el Carbono se le llama formas Alotrópicas y estas pueden ser: grafito, Diamantes, fulerenos, nanotubos, carbinos y nano espumas.

Pero, ¿Cuándo se formó el Carbono?. Los científicos están de acuerdo que el Carbono no se formó en el Big Bang, ya que el Universo se expandió y enfrió demasiado rápido, por lo que se infiere, de que su origen puede estar en otro lugar del espacio-tiempo.

Se ha descubierto que el Carbono se produce en el corazón de las estrellas, antes de que mueran, es decir antes de que se agote su combustible nuclear, el hidrógeno, y terminen convirtiéndose en una supernova (una gran explosión estelar). Paradójicamente de la muerte (de la estrella) surge un elemento que genera vida(al menos vida en la tierra), el Carbono irradiado por todo el universo

Y ¿Cómo se formó el Carbono? , el proceso es realmente muy interesante. Las estrellas están con formadas por el átomo esencial, el Hidrógeno (numero atómico 1, ya que tiene un protón). En el corazón de las estrellas, se producen explosiones nucleares producto de la fusión de átomos de hidrógeno. Dos átomos de Hidrógeno fusionados forman el Helio (Número atómico 2.). Dos átomos de Helio se pueden fusionar para formar el Berilio (número atómico 4). El Berilio y el Helio se pueden fusionar y formar el Carbono, pero como las condiciones no son las necesarias, inmediatamente decae nuevamente en el Berilio.

La pregunta inmediata que nos haríamos, seria: ¿Cuáles son las condiciones necesarias para que se forme el Carbono? :

Primero , cuando una estrella ( por ejemplo el Sol) , llega al epílogo de su existencia ,su combustible nuclear está prácticamente agotado, esto permite que la estrella se comprima, un efecto relacionado al principio de Exclusión de Pauli .Imagínese dos personas jalando una cuerda en cada extremo , cuando una se agota, la otra se lleva la cuerda pero también parte de la fuerza, en caso de la estrella, las reacciones termonucleares y la fuerza de gravedad del centro de la misma , son las fuerzas encada extremo de la cuerda que permiten estabilizar a la estrella por millones de años. Cuando la estrella es vieja, solo queda una gran fuerza (La fuerza gravitacional del núcleo), que comprime a toda la estrella. Segundo, es necesaria una temperatura del orden de los cien millones de grados kelvin. Tercero, debe existir una gran concentración de Helio, elemento indispensable para la formación del Carbono.

El Proceso Triple Alfa, es la unión de tres átomos de Helio, al Helio se le conoce como partícula Alfa.

En resumen, para que se forme la vida más elemental, es necesario el Carbono. Para que se forme el Carbono es necesario el Proceso Triple Alfa, para que se de este proceso, la estrella debe estar a punto de morir, solo en este estado, la temperatura supera los 100 000 000 de grados kelvin y la cantidad de Helio es necesaria para que la unión de estos tres átomos no decaída en dos, es decir en Berilio. Al explosionar la estrella, producto de la gran presión, por efectos de la compresión, se irradia el Carbono por el universo, ese carbono es el que tenemos en nuestro cuerpo. En otras palabras somos parte del universo, somos parte de las estrellas.